Los datos de caída de ventas en los comercios madrileños de todo tipo son preocupantes. Madrid pierde más que la gran mayoría de las regiones, lo que viene a demostrar que la operación de “liberalización de horarios”, encubierta tras el pomposo nombre de “ley de modernización del comercio”, lejos de estabilizar el consumo en momentos de crisis, ha contribuido a sembrar la inestabilidad, el desconcierto y la falta de consenso en los sectores del comercio madrileño, además de introducir problemas profundos de conciliación en las relaciones laborales, al hacer que las grandes superficies y grandes cadenas comerciales desregulen los horarios laborales y vulneren en muchos casos las leyes y convenio colectivo. Aumentar los horarios de apertura no ha generado empleo.
Aguirre debería, cuanto antes, trabajar para recuperar un clima de consenso que dé seguridad a todos los sectores del comercio y a sus trabajadores.
jueves, 6 de noviembre de 2008
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